1.2.- Definición.- (Del latín moralis). Que no concierne al orden jurídico, sino al fuero interno o al respeto humano.
Regla de las costumbres o de las acciones humanas, basadas en tres principios fundamentales:
La noción del bien y del mal;
El conocimiento del deber, o sea de la obligación de hacer el bien y evitar el mal.
La noción del mérito o del demérito.
1.2.1.- Para poder discernir y apreciar exactamente cuando obramos bien
para con nosotros mismos, para con nuestros parientes y amigos, para con
la sociedad en general, para con la patria y para con Dios, se han
hecho reglas, las cuales han formado un arte que se llama Moral. Por lo
que ésta es el arte de obrar bien para con nosotros mismos, para con
nuestros allegados, para con todos nuestros semejantes, para con nuestra
patria, para con todos los seres vivos de la creación y para con Dios
que todo lo reúne en Él mismo.
1.2.2.- El niño que sale de su casa para ir a la escuela, debe encontrar
en el camino amigos que lo acompañan y lo quieran; en la escuela halla
el profesor que le enseña; en su casa, ha dejado a sus padres y sus
hermanos que le dan todo lo que necesita, y siempre, amigos o extraños
le cuidan de todos los males. Este niño, desde el momento en que salió
de su casa tuvo que estar agradecido de su familia, de sus amigos, del
maestro y de todo aquél que en la calle procura que no sufra daño alguno
sea accidental o buscado por sí mismo.
1.2.3.- Un niño, por el simple hecho de ser niño, no tan solo merece
esas atenciones de parte de todo el mundo, sino que él cree y está
convencido que todos deben darle las atenciones que le corresponden.
1.2.4.- Un niño piensa y dice: “Si todo el mundo me dispensa protección,
cariño y atenciones, si mi padre, mi madre y mis hermanos me cuidan, si
mis amigos en la calle procuran agradarme y complacerme, y si el
maestro, me enseña lo que ha de ser bueno para mi, abriéndome el camino
para llegar a ser un hombre útil, por mi parte tengo obligación de hacer
lo mismo por todos los que lo hacen por mi, y también por los demás que
lo harían si llegara la ocasión.”
1.2.5.- Sin embargo, como el niño no puede devolver todos los favores
que recibe, es natural que piense en hacer lo que esté de su parte
siguiendo el principio aquel de “ El que hace cuanto puede, cumple con
su deber”, y desde aquel momento se propone a ello.
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